Una interpretación de la realidad social no es plenamente válida si no se integra en el contexto de una necesaria experiencia axiológica, más allá de las dificultades sobrevinientes en las interpretaciones que se realicen. Previo al esfuerzo interpretativo, se analizan a priori las distintas concepciones de los pensadores, para disertar, luego, sobre la “ideología” en sus varias aristas: como esquema de interpretación deformante de la realidad social (determinativa de una actitud práctica proyectada a la experiencia política), frente a la utopía, sus bases y valores, su inserción en la vida política, sus conflictos, influencias y, finalmente, su implicancia en la eficacia del orden jurídico como manifestación transitoria y relativa de un pensamiento mayoritario no ideológico.